Arte botánico: el Herbario Emocional de Nunurix

Parece que el arte botánico está cobrando una nueva importancia en el panorama del arte actual. En la reciente Semana del Arte, la artista madrileña Nunurix presentó su más reciente proyecto, «Herbario emocional», un conjunto de obras que entrelaza lo científico y lo emocional en una hermosa armonía. Una colección de documentos coleccionables que hablan sobre el deseo en su más amplio espectro. 

A través de la cianotipia sobre tela y el bordado, fusiona el origen botánico de las mismas con su uso más extendido, la reproducción de planos. De tal forma, que lo que nos presenta la artista, es una buena muestra de arte botánico, con sus planos de plantas. A su vez, estos dibujos están inspirados en fotografías realizadas por la propia Nunurix.

Siguiendo la influencia de Goya con sus Caprichos, establece un juego entre el texto y el dibujo de la planta que lo acompaña. En todas ellas, se produce una dislocación del tiempo con carácter pretendidamente propiciatorio. Estas frases hacen referencia a acontecimientos que aún no han ocurrido, pero que se desea que sucedan y son una invitación a que ocurran.  

El Árbol del Amor

La primera pieza del proyecto se titula el «Árbol del Amor». Hace referencia al Cercis cilicuastrum, una especie ornamental originaria de la región mediterránea oriental y Asia, de la familia de las fabáceas. Su floración es anterior a que broten las hojas, por lo que la intensidad del color de sus flores toman un especial protagonismo. Es muy frecuente su uso como arbolado urbano, ya que por su naturaleza no provoca alergias. 

Esta obra se trata de un recuerdo, como los que acaparamos, para no olvidar que hemos estado en algún lugar. Como se trata de algo que aún no ha ocurrido, su intencionalidad Con el mensaje «Recuerdo de nuestro próximo paseo», la obra invita a la contemplación de futuros compartidos, de pasos aún no dados, pero ya valorados y esperados.

La Cimbalaria

Su nombre científico, cimbalaria muralis, hace referencia a su lugar típico de desarrollo, las grietas tan abundantes en nuestras ciudades. Son muy habituales en nuestras calles y en los espacios especialmente húmedos, alcanzan su máximo esplendor. Su método de supervivencia es muy peculiar, ya que sus flores con forma de dragoncitos buscan el sol hasta que son polinizadas (fototropismo positivo), entonces, vuelven al muro para dejar allí las semillas (fototropismo negativo).

Precisamente, haciendo referencia a esa capacidad de protección o autoprotección, la frase que la acompaña reza lo siguiente: «Recordatorio de que siempre te cuidaré», no es solo un pacto de salvaguardia sino también un reconocimiento de la interdependencia emocional. La elección de esta planta, con sus connotaciones de fortaleza y adaptabilidad, refuerza la promesa implícita de apoyo constante.

El Laurel Real

Tradicionalmente y según la mitología, el laurel real simboliza el triunfo y la victoria. Su nombre científico es prunus laurocerasus, su origen es de Asia Menor y se cultiva en zonas templadas de Europa como planta ornamental. Es un arbusto perenne cuyas flores blancas crecen en racimos. Esta especie, al contrario que el laurel común, no es comestible.

Mediante la frase «Premio a tu siguiente batalla ganada», esta obra de arte botánico busca atraer los triunfos venideros. Bordado con la frase, el laurel simboliza la victoria y el honor. Una celebración de las futuras conquistas del espectador, instilando confianza y esperanza en el reconocimiento de los logros que están por llegar.

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