Dalí y la Divina Comedia

¿Sabes qué relación guarda Dalí y la Divina Comedia de Dante? Aunque Salvador Dalí es uno de los artistas más conocidos e influyentes de la historia del arte, su legado artístico no deja de sorprendernos. Una de las series poco conocidas de este autor es su interpretación de Divina Comedia de Dante, formada por 100 xilografías.

Dalí era un gran admirador de Dante y en su biblioteca contaba con varios ejemplares de la Divina Comedia.

Origen de la serie

Con motivo del 700 aniversario en 1965 del nacimiento de Dante Alighieri (Florencia, c. 29 de mayo de 1265 – Rávena, 14 de septiembre de 1321), el gobierno italiano encargo a nuestro artista catalán la realización de este homenaje. Pero algo sucedió, al no ser un artista italiano se levantó un gran revuelo, hasta tal punto que el gobierno italiano decidió no culminar el proyecto.

Pero Dalí, gracias a la ayuda del Papa Pio XII, no se quedó de brazos cruzados y continuó trabajando durante 5 años en la realización del centenar de acuarelas, supervisando también la elaboración de las tablas de madera que fueron talladas a mano para su estampación.

Finalmente, fueron publicadas en Francia en 1960 por Joseph Fôret para la edición de lujo, y por Les Heures Claires para la edición popular. Sin embargo, en la actualidad es muy difícil acceder a una publicación o catálogo que contenga las reproducciones de estas obras en su totalidad.

Algunos apuntes sobre la Divina Comedia de Dante

La Divina Comedia es un poema de Dante Alighieri, publicado por primera vez en 1265. Esta obra clave de la literatura italiana y universal, cuenta la historia de la travesía de Dante por niveles infernales, purgatorio y cielos, después de haber sido condenado a muerte por su participación en una conspiración contra el Papa.

Su protagonista se adentrará en lo más profundo del infierno, dividido en nueve círculos, donde observó a los hambrientos, los empobrecidos, los suicidas, los ladrones, los traidores y los asesinos. 

Formalmente, el texto está escrito en verso y está dividido en tres partes: Infierno, Purgatorio y Paraíso. Cada una de estas partes está dividida a su vez en nueve cantos.

Salvador Dalí no fue el único artista que la ilustró, también lo hicieron: Botticelli, Delacroix, Gustave Doré y Miquel Barceló.

«Infierno, Canto I» por Gustave Doré

Dalí ilustra la Divina Comedia

Volviendo a la figura de Dalí y cómo interpretó esta obra. A partir de los años 30 (1930), las ilustraciones comienzan a tomar relevancia en la obra de Salvador Dalí. A esto se le sumó el profundo conocimiento que tenía Dalí de la obra de Dante y del arte del renacimiento y barroco italiano. Todo ello, sin renunciar a su propio lenguaje surrealista cargado de elementos oníricos que podemos ver en otras muchas de sus obras. Más que una mera ilustración, estas obras establecen un diálogo muy personal con el texto del literato italiano.

La serie está formada por 33 obras dedicadas al infierno, 33 al purgatorio y 33 al cielo, tal y como se divide el capitulado de la Divina Comedia. A estas 99 piezas se le suma una más que sirve de introducción.

Nos llama mucho la atención como Dalí hace una referencia más o menos explícita y recurrente del Dante de Boticelli (c. 1495).

«Retrato de Dante Alighieri» por Sandro Botticelli (c. 1495)

Nos encontraremos también con alusiones a su Angelus de Millet, a las sustancias biomórficas que recuerdan al «Rostro del Gran Masturbador» o «Los esfuerzos estériles» y muchos otras temáticas y recursos iconográficos de sus miedos e inquietudes.

Dalí y la Divina Comedia en Museo Casa Lis

Dalí y la Divina Comedia en Museo Casa Lis (Salamanca)

Gracias a aquellos que las conservan en sus colecciones, han podido verse estas obras en gran número de exposiciones.

En la actualidad, gracias al éxito de público, podrá disfrutarse en el Museo Casa Lis (Salamanca) hasta el 11 de septiembre.

Se trata de una exposición muy cuidada donde cada sección de la misma corresponde a un capítulo de «La Divina Comedia» al que se le ha asignado un color diferente: EL INFIERNO (rojo), EL PURGATORIO (amarillo) y EL PARAÍSO (azul).

Os recomendamos esta visita guiada de Civitatis donde no solamente veréis el Museo Casa Lis, también el convento de San Esteban.

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