En la ciudad de Cuenca se ubican dos espacios culturales fundamentales para comprender el arte español contemporáneo, desde las vanguardias hasta nuestros días: El Museo de Arte Abstracto de Cuenca y el museo de la Fundación Antonio Pérez. ¡Os hablamos de ellos!
Museo de Arte Abstracto de Cuenca
Se trata de uno de los reclamos turísticos más importantes de Cuenca junto a la Ciudad Encantada. Se encuentra ubicado en una de las famosas casas colgadas (la de las fotos), en un edificio de finales del siglo XV situado sobre la Hoz del Huécar. Y es precisamente su ubicación uno de los elementos que marcan carácter y aportan personalidad al museo. Las piezas no se distribuyen por autores, sino que se presentan en continuo diálogo con otras piezas, edificio y paisaje. Y es que los espacios y la distribución de las piezas fueron diseñados, principalmente, por varios artistas: Fernando Zóbel, Gustavo Torner y Gerardo Rueda.
Este museo fue iniciativa de Fernando Zóbel (Manila, 1924–Roma, 1984), quién en 1980 donó su colección a la Fundación Juan March. Una colección de pinturas y esculturas de artistas españoles de la generación abstracta de los años 50 y 60.
El museo abrió sus puertas el 1 de julio de 1966, en tan peculiar espacio propiedad del ayuntamiento. Desde entonces, la institución ha incrementado sus colecciones mediante fondos propios o la adquisición de nuevas obras. Del mismo modo, también se ha completado su exposición permanente con espacios dedicados a albergar exposiciones temporales. De este modo veremos muestras dedicadas a artistas representados en la colección, proyectos expositivos dedicados a artistas contemporáneos y a las principales tendencias de la modernidad.
Su acceso es gratuito, pero no cuenta con un horario continuado, algo a tener muy en cuenta a la hora de organizar tu visita.
Museo Fundación Antonio Pérez
Junto al Museo de Arte Abstracto de Cuenca es uno de los baluartes de arte contemporáneo en esta ciudad.
El museo de la Fundación Antonio Pérez se sitúa en un edificio de cuatro plantas de 1614, hasta 1978 fue un convento de monjas carmelitas. Las colecciones se distribuyen por sus 35 salas siguiendo un criterio fundamentalmente estético y no por autores y ni cronología, dictado por el propio Antonio Pérez.
En el museo se expone una parte de las más de 4.000 obras que componen los fondos de la colección. Una colección formada por obras, tanto de autores consagrados como jóvenes estudiantes de la Facultad de Bellas Artes.
El recorrido dentro del museo no es lineal, invitando al visitante a perderse por sus salas.
Su entrada es de solo 2 euros y es uno de los espacios imprescindibles que visitar en Cuenca.