No podemos dejar de dar la nota para celebrar este quinto aniversario de Veo Arte en todas pArtes, por eso, os proponemos en colaboración con la Orquesta y Coro Nacionales de España, como no podía ser otra manera, un juego.
Es muy sencillo, sólo tenéis que escoger una pieza, concierto, actividad de la programación y ponerla en relación con otra obra de arte no musical (pintura, escultura, artes decorativas, performance…) y contarnos el porqué en los comentarios de este post.
Entre todos los participantes escogeremos las propuestas más interesantes y originales otorgando un primer premio y dos accésit, de la mano de la Orquesta y Coro Nacionales de España, con una sorpresa muy especial. Los tres ganadores recibirán en su casa en septiembre el primer disco que edite el sello de la Orquesta y Coro Nacionales de España, que estará dedicado a la obra Carmina Burana.
El flamante primer puesto recibirá además de dos copias del CD de Carmina Burana, una entrada doble para cualquier concierto de la próxima temporada, tanto en sala sinfónica como de cámara a elección del ganador (no se incluye el transporte o desplazamiento para disfrutar del premio).
¿Qué os parece?, ¿todo un lujo verdad?
¿A qué esperas?, puedes participar hasta las 24h (hora española) del 1 de julio de 2014.
Podéis inspiraros en cualquiera de las obras y conciertos entre las que encontraréis:
- La inauguración de temporada con Anne-Sophie Mutter.
- El concierto número 6 dirigido por Inbal en el que interpretarán Gürrelieder de Schönberg.
- Para los amantes del barroco vuelve Koopmanque tocará la misa en sí menor de Bach.
- David Afkham con María Joao Pires que tocarán Beethoven y Shostakovich.
- Y el concierto 21 dirigido por Bychkov que será la 6º de Mahler.
CONCURSO CERRADO
Los ganadores han sido:
1er premio Monica López del Consuelo
2do. Daniel Dilla Quintero
3ro. Laura Cano Coca
¡Enhorabuena y gracias a todos por participar!
Sonata en sol menor de Henry Eccles con «Los amantes» de René Magritte por esa sensación de nostalgia y melancolía que produce la sonata junto a la imagen de dos personas que se aman mas no se ven, sólo se sienten. Aman a la persona en sí y no a su imagen, una clara muestra de un sentimiento etéreo como el que puede producir la música.
El concierto para violín de Alban Berg y La Mirada Roja de Arnold Schoenberg por qué la disolución del rostro que realiza Schoenberg en busca de la esencia del hombre contenida en la mirada es equivalente a la transfiguración de la melodía de Bach que realiza Berg en el segundo movimiento del Concierto para violin.
Le bourgeois gentilhomme de Strauss y la obra de Molière del mismo título se reflejan la una con la otra. Strauss arrastró una pieza teatral de dos siglos y medio antes, y en el movimiento mantuvo, como en un frasco, el aroma barroco: En la partitura Le bourgeois gentilhomme dejó de ser palabras, se hizo suite musical, y el sonido conservó la mezcla de estilos del original de Moliére: la ligereza del baile y el ballet, el dorado aristocrático de los metales, la sucesión rápida de divertimentos y momentos líricos. Pero Strauss también mantuvo del francés la ironía, que ya empezaba en el propio nombre de la obra, y esa sensación de silencio próximo, la certeza de que el baile acabará pronto, porque la nobleza ya no tendrá que ser imitada, y quedará la tristeza de un salón recién abandonado.
Ofelia, cuadro de John Everett Millais y Concierto para violín y orquesta, «A la memoria de un ángel», Alban Berg.
Ofelia, ángel caído del cielo que paseas entre fantasmas terrestres, traicionada por el sauce que quebró su rama. Un violín suena siempre en tu oído, Ofelia querida, mudo para el mundo y sólo por ti escuchado. Sirena de tierra y arroyo, que cantaste hasta que la muerte te absorbió hacia los fuegos fatuos, hacia los besos de las ninfas, hacia el bosque de agua. El violín queda en silencio y tus ojos de pez miran hacia el cielo.
Tan sólo flota tu corona de ranúnculos, ortigas, margaritas y flores purpúreas.
Elijo sin duda La Sinfonía del Nuevo Mundo de Dvorak. Es una de mis preferidas, de pequeña la escuchaba sentada en las piernas de mi padre. Escojo el primer movimiento porque es pura fuerza y energía, pero también alberga delicadeza. Lo relaciono con la obra «Pequeños Caballos Azules» del expresionista F. Marc. Esta pintura me hace sentir algo muy similar a ese movimiento. Fuerza, color, energía, movimiento… Y por supuesto, una belleza que impacta y remueve.