¿Crees que la fotografía en España tiene el peso que se merece o hay mucho talento oculto por descubrir?

Siempre hay talentos ocultos; no creo que se pueda decir que en el campo de la fotografía española está todo dicho y todo descubierto, como no se puede decir con nada en la vida – Hay tantas posibilidades de encontrar nuevas ideas y propuestas como personas hay en este mundo. Si nos basamos, entonces, solo en las leyes de la probabilidad, evidentemente tendremos que afirmar que la fotografía es y seguirá siendo un territorio fértil. Ahora, esto no quiere decir que la tradición de la fotografía en España no tenga peso; vamos! Eso sería una locura. De aquí han salido grandes, muy grandes, de la historia de la fotografía… Una cosa no compite con la otra – el arte en general es una fuente inagotable de formas nuevas y referencia pasadas que conviven y se retro-alimentan.

¿Qué aporta al imaginario colectivo la proliferación de la fotografía amateur a través de los smartphones?

Supongo que lo principal y más evidente es la idea de que todos pueden ser fotógrafos. Pero creo que más interesante que eso es el desarrollo de un lenguaje visual que cada vez se vuelve más complejo y difundido entre la sociedad. Nos comunicamos a través de fotos – muchas veces no necesitamos decir mucho más para contar cómo nos sentimos, lo que nos gusta ver o hacer – una imagen y un buen filtro es suficiente. Programas como instagram o molome que te dejan acercarte de manera ingenua al juego de encuadres y revelados, difunden elementos específicos de ese lenguaje y los inscriben en la sensibilidad de las personas… Eso modifica a la vez la forma en que te acercas y lees la fotografía.

Tus fotos: ¿En papel o en el ordenador?

Mis fotos idealmente en papel, en buen papel, montadas y colgadas – aunque es cierto que la mayoría, las que más veo –las de mi hijo–, esas las cargo en el teléfono. En el ordenador cada vez menos…

¿Crees que tiene mercado la fotografía en soporte digital?

Aún es algo incipiente y difícil de estructurar. La idea de pagar por algo no físico creo que aún le cuesta a la gente… pero es como otras industrias, la de la música, la del cine… poco a poco vamos formulando nuevos modelos y vamos transformando los existentes. En la fotografía aún no lo veo claro, pero será cuestión de esperar a ver qué pasa.

¿Cómo se hace compatible el consumo de imágenes a través de pantallas con el soporte en papel?

Son dos formas diferentes y para ámbitos distintos. En la pantalla, la imagen rara vez es estable y permanente, a la vez que es más accesible (no está anclada a un lugar especifico). El papel es algo objetual, está más destinado a transformar y permanecer espacialmente. Ninguno de los dos formatos excluye al otro, no compiten, viven en dimensiones distintas y en este sentido su convivencia es perfecta.

¿Qué papel puede jugar el comercio electrónico en ferias como Jaalphoto?

Sería genial que desde una feria que busca apoyar lo alternativo, nuevo y emergente logremos consolidar o, al menos, impulsar nuevos modelos y formas de revitalizar el sector económicamente. Tendremos que analizar cuáles son las propuestas y cuál su recepción.

¿Cómo definirías Jäälphoto?

Jäälphoto es una apuesta y una iniciativa. Una apuesta por hacer las cosas de otra forma y por acercarnos a la fotografía de la manera que más nos gusta, disfrutándolo sin distancias.
La iniciativa de construir un proyecto nuevo y de generar una dinámica diferente entre los espacios abiertos para exponer y ver foto en Madrid.

¿Crees que ferias como Jäälphoto ayudan a crear un nuevo tipo de coleccionismo aparte del coleccionismo de grandes fortunas?

¡Esa es la idea! En primer lugar apuntamos a crear y sembrar la idea del coleccionismo en un nuevo público; un público joven que puede que aún no esté en su total capacidad de adquirir arte, pero que desde ya comienza a acercarse y a plantearse la posibilidad de invertir en ello. Por otro lado, nuestra apuesta por obras de formatos más cómodos y accesibles, de artistas con muy buena proyección e incluso artistas consagrados, es una forma de decir que no tienes que tener una gran fortuna para invertir en un objeto que te emociona en algún nivel y, porque no, comenzar a crear tu propia colección. La oferta de un precio más razonable facilita que más personas opten por comprar arte y convertirse en coleccionistas.

Sigamos hablando de coleccionismo. Este año en Jaalphoto presentamos una obra de arte participativa que se llama “Olvidados para el recuerdo” que reflexiona sobre el valor de los objetos y los hábitos coleccionistas del ser humano. ¿Qué objeto guardas en algún cajón de tu casa que atesoras porque te recuerda algo del pasado?

Uff! Yo soy casi que tengo el síndrome de Diógenes! Tengo colecciones de todo tipo… Para este caso te menciono dos: una caja llena de polaroids, de una cámara que tristemente dejó de funcionar y la más reciente: todos los dibujos que ha hecho mi hijo desde que pudo empuñar un lápiz.